PIMENTÓN

         PRODUCCION DE SEMILLAS
Almacigos:

La obtención de plantas de la línea específica a propagar, se realiza por almácigos. La semilla de pimentón no posee latencia pero se caracteriza por ser heterogénea y tardía en germinar, por ello, se recomienda realizar un pregerminado previo a su siembra. Las condiciones ideales para la semilla son temperaturas de 20 a 30ºC y un sustrato estéril, rico en materia orgánica, bajo en sales, de buena capacidad de retención de humedad. Una vez pregerminada la semilla se siembra preferentemente en canchas calefaccionadas, para posteriormente una vez emergidas y cuando alcanzan el estado de cotiledón expandido ser trasladadas hacia los contenedores, que contendrán además un sustrato de características similares al anterior.


Las fechas de siembra deben coincidir con el sitio climático y la condición de cultivo, que puede ser al aire libre o bajo invernadero. En condiciones de la zona central se suele realizar entre junio y agosto, prefiriendo proteger los almácigos en invernaderos.


Algunas variedades que se usan con el doble propósito agroindustrial y semillas estándar, suelen propagarse a raíz desnuda. La sensibilidad de la especie a los problemas de raíz obliga a que esta práctica sea realizada en condiciones de sanidad óptimas.


Cuando se trata de producción de híbridos debe tenerse la consideración de manejar ambas líneas por separado, cuidando de distinguirlas con claridad.


Es recomendable diferir las fechas de siembra de los parentales, iniciando la siembra con la línea macho, a fin de tener polen en abundancia desde los primeros estadíos, según las características de la línea se recomienda entre 15 a 30 días de desfase. También es necesario determinar si las hembras se tomaran como una fecha de establecimiento o si se diferirá a través del tiempo, a fin de usar la mínima cantidad de machos, por el máximo tiempo disponible para la hibridación.

Preparación del suelo:

Como se destacó con anterioridad cabe la alternativa de realizar la producción al aire libre o bajo invernadero, ambas requieren contar con un suelo de buen drenaje, mullido y sin problemas físicos. Para esto se recurre habitualmente al uso de arado y posterior rastraje y mullido, a fin de eliminar también problemas de microrelieve; se recomienda la incorporación de materia orgánica previamente fermentada.


Como medida sanitaria se recomienda y en algunos casos es obligatorio la rotación de suelos, para reducir los problemas sanitarios y la aparición de plantas voluntarias. En otros casos, se excluye tal rotación por el uso de fumigantes de suelo de amplio espectro. Es recomendable que al aire libre las melgas sean suficientemente altas para evitar el apozamiento de agua en el cuello de la planta.


En invernaderos se realizan mesas altas de cultivo e idealmente con pendiente regular. Es conveniente acompañar el cultivo con acolchados de polietileno que cubren el suelo.

 

Transplante y establecimiento:

El trasplante suele realizarse con 3 a 4 hojas verdaderas, aproximadamente 1 a 1,5 meses después de la siembra.


Al aire libre se usa densidades de plantación aproximadas de 47.500 pl/ha, con marcos de plantación de 0,7 m * 0,3 m, al requerir trabajos manuales como en el caso de los híbridos es recomendable ampliar la distancia entre hileras.


En invernaderos se utiliza aproximadamente 40.000 pl/ha, ocupando en las mesas de cultivo dobles hileras de plantas, con distancias de 0,6m * 0,3 m . En el caso de híbridos la línea macho tiende a ponerse a mayor densidad, incrementando las plantas sobre la hilera e incluso intercalando una hilera adicional sobre la mesa de cultivo.


La densidad de plantas afecta significativamente el área foliar y el rendimiento de frutos.


El uso de variedades que machoestériles también altera el marco de plantación. Como no es posible conocer a priori las plantas con tal característica debe hacerse junto con la floración un raleo de plantas, que llega a valores cercanos al 50%. En algunos casos se trasplanta tres hileras o alguna forma de tener plantas supernumerarias para no incrementar la superficie

Conducción y poda:

Aún cuando la planta se autosoporta por la gran diversidad de variedades y la carga frutal es recomendable implementar sistemas de sujección y de formación de las plantas. Normalmente en el caso de variedades estándar se evita intervenir las plantas con estas labores; pero, en el caso de híbridos se practica de manera habitual.


La conducción normalmente se hace para guiar en altura plantas de internudos largos o mantener la copa de las plantas sujeta a tutores. Debe guardarse la precaución de dejar libres los espacios donde cuajará la fruta. Los materiales de apoyo son variados, pero deben ser lo suficientemente plásticos para no dañar el vegetal.


La poda se realiza también con una alta dependencia de la variedad, es así como variedades ralas, de flores péndulas se intervienen muy poco. Es recomendable en todos los casos eliminar los brotes axilares presentes en el eje principal de la planta. Posteriormente, en las ramificaciones superiores se busca formar una estructura como copa, despejando las ramificaciones que se orientan hacia el interior y eliminando los brotes más débiles.


En el caso de las variedades que se destinaran solo a la obtención de polen (línea macho) se evita podar, removiendo solamente las ramificaciones que impiden el paso a la luz o aquellas muy desfavorecidas que no producen flor. Cabe destacar que la arquitectura de la planta también se puede intentar alterar por el uso de reguladores de crecimiento, donde las sustancias de acción antigiberélico han sido evaluadas con diversos resultados.

Métodos de producción:

Cruzamientos: En el caso de variedades estándar, como ya se mencionó, las plantas se cruzan naturalmente, tanto por autopolinización como por polinización cruzada, no se requiere de ningun tipo de agentes como las abejas.


Hibridación: La labor de hibridación se basa en la cruza dirigida entre dos líneas puras que corresponden al parental hembra y macho, cabe recordar que la planta es hermafrodita, pero para efectos prácticos en cuanto a sus antecedentes genéticos se predetermina cual planta recibirá la producción de frutos. De este modo, una vez identificados ambos se procede a realizar la labor de emasculación y polinización sobre la hembra y la extracción de polen sobre el macho.


La emasculación consiste en evitar la autocruza, por lo cual se retira los estambres desde las flores, para que sea efectivo ha de realizarse en un estado en que la flor no puede ser receptiva a su propio polen y que éste a su vez sea de bajo o escasa capacidad de polinizar, es en todos los casos un estado previo a la antesis. Hay que destacar que el momento adecuado se ha asociado con la apariencia de la flor, indicándose que un buen momento es cuando los pétalos están cerrados y de color verde limón. No obstante lo anterior, tanto las condiciones ambientales como algunas características varietales podrían afectar tal índice.


Posteriormente la flor intervenida se poliniza con polen de la línea considerada macho, permitiendo generar el híbrido.


Desde la línea macho debe escogerse polen fértil de alta capacidad de fecundación, lo cual es coincidente con flores maduras. Al polen extraído se le prefiere hacer secado antes de su uso, aun cuando también se puede usar fresco. Se puede también extraer polen por aspiración directamente desde las flores en antesis.


El polen de esta especie es muy lábil, por lo cual es importante trabajar siempre con polen fresco, en caso de requerir almacenaje debe ser reduciendo la temperatura y humedad y no superar las 24 o 48 horas, puesto que su viabilidad decrece.
Una vez realizadas estas labores se identifican los frutos que cuajaran producto de la cruza, entonces, una vez que las flores han sido emasculadas y/o polinizadas es necesario realizar una marca que destaque estos frutos de los propios de la autocruza. Otra importante consideración es que las flores que no se hibridan deben retirarse desde la planta tempranamente, puesto que serán potenciales fuentes de polen indeseado o futuros frutos provenientes de la autocruza.

 

Mano de obra:

Por lo anteriormente descrito es lógico pensar que la hibridación manual es un trabajo minucioso y de alta demanda de mano de obra; en el caso específico de pimentón, se prefiere dividir la superficie a trabajar entre un número variable de operarias, que permitan asignar 200 a 400 plantas por persona, las que en un tiempo no superior a 10 días hibridarán un número de flores a definir según el rendimiento esperado. De este modo, con esta organización el trabajo puede ser perfectamente dividido en etapas, que de acuerdo a la zona climática permitirán manejar un menor número de personas por mayor tiempo.


Es recomendable mantener equipos de trabajo aislados entre las personas que trabajaran las plantas hembras y las macho, además de un montaje de control de la labor que requiere formar una pirámide de responsabilidades.

Carga frutal :

El número de frutos a hibridar por planta será dependiente del rendimiento estimado, para lo cual se deberá tener el potencial productivo unitario de la variedad. Dicho factor se debe corregir con el porcentaje de abscisión tanto de flores como frutos. Respecto a esto la abscisión tiene un fuerte componente varietal, que puede ser alterado por los manejos y en general por las condiciones de cultivo; hay que destacar que la intervención manual sobre las plantas y principalmente la temperatura favorecen la caída de flores y frutos.

Abscisión de flores y frutos:

Las principales causas de caída de flores y frutos en pimentón se asocian con factores ambientales y bióticos. Dentro de los primeros se cita las temperaturas extremas, luz, carencias de humedad, desbalances nutricionales, en la segunda causal es importante el efecto que pueden tener las plagas y enfermedades.

Se ha determinado que las variedades presentan diferencias considerables en cuanto a la sensibilidad a la abscisión. En términos porcentuales la pérdida de frutos puede variar desde pocentajes bajísimos a otros cercanos al 100%.


Se ha evaluado el control de la abscisión mediante el empleo de sustancias inhibidoras de etileno.

Cosecha:

La cosecha de semillas se realiza cuando los frutos alcanzan un 100% de cobertura del color propio de la variedad (rojo, púrpura, amarillo), aún cuando está comprobado que la madurez fisiológica se alcanza con anterioridad.


Los frutos se retiran cuidadosamente de la planta, con la precaución de sacar aquellos con marca o identificación, cualquier fruto dudoso debe eliminarse. Posteriormente los frutos se abren, se extrae la semilla, se lava, se separa por pruebas de flotación y se seca rápidamente.


Como la aparición de color es gradual suele hacerse más de una cosecha, permitiendo también hacer lotes de acuerdo a posibles dudas o imperfecciones.


La calidad de las semillas depende del estado de madurez de los frutos y el estado más apropiado es particular de la variedad. No obstante lo anterior y para unificar información se prefiere cosechar con un 100% de color. Para una variedad en particular, el mayor porcentaje de germinación de semillas se obtuvo de frutos totalmente rojos.


Cosechar con frutos de diferentes estados de madurez podría significar una mayor presencia de anormalidades en la germinación de las semillas. Semillas provenientes de frutos completamente maduros tienen mayor germinación que las de frutos coloreados naranja. La sobremadurez afecta de diferentes formas según el cultivar y la condición de temperatura, pero el mayor daño sobre la calidad se produce con semilla de frutos inmaduros.

Enfermedades:

Debe distinguirse entre las enfermedades propias del cultivo y las que se transmiten por semillas, estas últimas son de mayor gravedad, puesto que afectan la calidad de la semilla pudiendo en algunos casos corresponder a enfermedades que excluyen el cultivo o la comercialización de las semillas.

Enfermedades Fungosas

Marchitez (Phytopthora capsici)
Este hongo afecta la planta en los distintos estados, además la infección se produce con bastante anterioridad a que se manifiesten los síntomas. La enfermedad se desarrolla mejor con temperaturas relativamente altas y en ambientes húmedos.


Frecuentemente el hongo inicia su ataque a nivel del cuello de la planta, lo que afecta la circulación de la savia y la planta se marchita rápidamente de manera irreversible y sin amarillamiento. Otras veces, la infección primaria es a nivel de raíces, lo que no arroja síntomas claros.


El hongo ocasiona pérdidas graves pudiendo afectar completamente un cultivo. La permanencia del patógeno en el suelo permite su diseminación a través del agua o las labores. Es frecuente observar los síntomas en las hileras en que se apoza agua.


El control debe ser preventivo tanto por el uso de prácticas culturales como por la aplicación de productos específicos al suelo, a la planta al momento del trasplante y durante el cultivo. También ataca las hojas con similares lesiones. Se recomienda el uso de semilla sana y rotación como medidas culturales.


Enfermedades virales


Afectan de manera muy violenta al pimentón, aún cuando se han descrito cerca de 30 virus capaces de afectar al cultivo, solo algunos se manifiestan en las condiciones de cultivo nacional.

Los más destacados son:
Virus del mosaico del tabaco (TMV)
Virus del bronceado del tomate (TSWV)


PRINCIPALES ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR LA SEMILLA DE PIMENTÓN


Patógeno
Alternaria ssp.
• Bacillus subtilis
• Clavibacter michiganense
• Cercospora capsici
• Colletotrichum piperatum
• Diaporthe phaseolorum
• Fusarium solani
• Gibberella fujikuroi
• Sin fusarium monoliforme
• Phytophthora capsici
• Rhizoctonia solani
• Sclerotinia sclerotiorum
• Pseudomonas solanacearum
• Xanthomonas campestris

• Virus

 

Plagas:

Afidos (Myzus persicae): La plaga se presenta preferentemente en condiciones de alta temperatura, puede ocasionar daños severos, sobretodo con plantas pequeñas.


Provoca enrollamiento de hojas y se ubica principalmente en brotes tiernos succionando savia, lo que afecta el crecimiento de la planta. Además, indirectamente afecta el follaje por la presencia de fumagina que coloniza las sustancias azucaradas que secreta el insecto. Además transmiten el CMV y PVY.


Acaros: El cultivo puede ser afectado por la arañita roja (Tetranichus urticae) o por la araña blanca (Polyphagotarsonemus latus), siendo más común esta última.
Se observan deformaciones en las hojas, la planta se decae, puede haber pérdida de flores y en general la planta se desarrolla lentamente. Se desarrolla muy bien en ambientes cálidos y secos.


El control químico debe realizarse con la aparición de los primeros focos, con algunos productos específicos como:


Trips: El pimentón es afectado por el Trips tabaci y Frankliniella occidentalis. En los últimos años se ha determinado el incremento de este último insecto en la producción de semillas. Ambos prosperan en condiciones de alta temperatura.


Los daños directos ocurren cuando se alimenta del tejido vegetal en hojas, tallos y frutos, dándole un color plateado a la zona afectada. Además, puede transmitir el virus del bronceado del tomate.


Hasta la fecha se ha trabajado con control químico, sin poder mantenerse controlado este problema.


En el caso de la producción de semillas se ha podido comprobar su marcada presencia en relación a la cantidad de polen.

 

Requerimientos nutricionales :

En la actualidad la fertilización se realiza de manera similar a los cultivos para producción de frutos. De este modo, en el caso de variedades estándar al aire libre se suele hacer aportes de N, P y K, aproximados de120-150 kg de N/ha, 90-120 kg de P/ha y 100-150 kg de K/ha.

El cultivo en invernadero alcanza niveles superiores, se ha estimado:

  N P2O5 K2O MgO CaO
Extracción 350 90 470 70 220
Recomendación 420 225 620 90 240



 

FACULTAD DE AGRONOMÍA

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